Alguna vez alguien me contó que al levantarse siempre escribía sus sueños sobre papel, los leía y los arrojaba al primer migitorio que encontraba.
De hecho he creído que yo no sueño, que solo pienso semi dormido y sigo el hilo conductor de ideas que me llevan a quien sabe donde. Tan adentro del abismo infinito. Inexplorado. Tan mío.
Una vez sumergido entre tanta pinche idea loca, la cuadratura de volver a levantarme, me da la pauta para darme cuenta de que no encajo y en ese preciso momento veo todo lo que me rodea con una visión distinta y me digo: "Es bueno seguir soñando"...
Aquella orilla nuestra
Hace 6 años
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