La textura de un color, el aroma de un objeto inanimado(yo) y la entera necesidad de sentirse a medias. He vuelto de nuevo a la misma circunstancia, a esa que parece un detalle in entendible. Es un juego de entrañas, es la composición del mismo placer, del mismo dolor. Es una similitud extraña.
El sentimiento de cocinarte a fuego lento, esperando que la llama se convierta en hielo y queme duro y durante un largo tiempo, incluso, con mayor intensidad que el propio fuego de la decisión de establecerse. El aire me roza y me hace rezar que esto se prolongue a una distancia mayor, allá donde el final es rojo.
Entre tanta sazón de vida, la picazón de la urticaria de juntar los ideales en un pequeño frasco, en este pequeño momento, abre y transforma el fondo de lo que se detiene en el cielo. Soy yo que me he convertido en una vaga figura de centenares de artilugios, es la misma palabrarería que parte en dos al mismo yo.
Desde hoy soy tu,y ¿mañana?...
de ciertos...
Hace 5 años
