La nada se convierte en un ser trascendental al momento de darte cuenta que no necesitas a un alguien, no por desición, sólo por imposición infinita y cambiante del eterno y trillado ciclo de repetición. Donde entra uno, cabe uno y si no es así, no sirve y se sustituye por nuevos químicos... ¿Amor?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario